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Columna vertebral y vértebras

Las vértebras son los huesos que forman la columna vertebral en los seres humanos y otros animales. Están dispuestas una encima de la otra, y se encargan de sostener el cuerpo, proteger la médula espinal, y permitir el movimiento y flexibilidad del tronco. La columna vertebral está compuesta por 33 vértebras en total, divididas en cinco secciones: cervicales, torácicas, lumbares, sacras y coccígeas.

Las cuatro secciones de la columna vertebral

La columna vertebral está dividida en cuatro secciones:

1. Cervicales: compuesta por 7 vértebras que se encuentran en la parte superior de la columna vertebral y sostienen la cabeza.

2. Torácicas: compuesta por 12 vértebras que se encuentran en la parte media de la columna vertebral y están conectadas con las costillas.

3. Lumbares: compuesta por 5 vértebras que se encuentran en la parte inferior de la columna vertebral y sostienen la mayor parte del peso del cuerpo.

4. Sacras y coccígeas: la columna vertebral termina en la parte inferior con las vértebras sacras y coccígeas. La sacra está formada por 5 vértebras fusionadas, mientras que la coccígea está formada por 4 vértebras fusionadas.

Cada sección tiene características específicas y están diseñadas para cumplir funciones específicas. Por ejemplo, las vértebras cervicales tienen una gran movilidad para permitir el movimiento de la cabeza, mientras que las lumbares están diseñadas para soportar un gran peso.

Cuales son las funciones de las cervicales

Las vértebras cervicales son un conjunto de siete huesos que forman la parte superior de la columna vertebral. Estas vértebras están ubicadas en el cuello y están conectadas entre sí mediante discos intervertebrales y ligamentos.

Entre las funciones principales de las cervicales se encuentra la de sostener la cabeza y permitir su movimiento. La columna cervical es responsable de soportar el peso de la cabeza, que puede llegar a pesar hasta unos 15 kilos. Además, estas vértebras permiten movimientos como girar la cabeza, inclinarla hacia atrás y hacia adelante, y flexionarla hacia los lados.

Las cervicales también juegan un papel importante en la protección de la médula espinal. Los huesos cervicales y los ligamentos que los conectan, actúan como una especie de caja protectora para la médula espinal, ayudando a evitar lesiones en caso de impacto o golpe.

Además, las cervicales también están relacionadas con otras funciones importantes del cuerpo humano, como la respiración, ya que están conectadas con los músculos y nervios del tórax y la caja torácica. También están relacionadas con el sistema nervioso autónomo, que controla las funciones corporales involuntarias, tales como la frecuencia cardíaca y la presión arterial.

En resumen, las cervicales son esenciales para el soporte de la cabeza, el movimiento y la protección de la médula espinal, así como también para otras funciones importantes como la respiración y el control del sistema nervioso autónomo. Es importante mantener una buena postura y cuidar las cervicales para evitar problemas de salud a largo plazo.

De dónde vienen los dolores de cuello y cervicales o cervicalgias

El dolor de cuello y cervicales puede ser causado por una variedad de factores, incluyendo lesiones, enfermedades, malas posturas y estrés. Algunas de las causas más comunes incluyen:

– Lesiones: Las lesiones en el cuello pueden ser causadas por traumatismos, como un golpe o un accidente automovilístico, o por movimientos repetitivos, como estar sentado frente a una computadora durante largos períodos de tiempo.

– Enfermedades: El dolor de cuello puede ser un síntoma de enfermedades, como la artritis, la fibromialgia y la esclerosis múltiple.

– Postura: Una mala postura, como inclinar la cabeza hacia adelante mientras se está sentado frente a una computadora, puede causar tensión en los músculos y los ligamentos del cuello.

– Estrés: El estrés y la ansiedad pueden causar tensión en los músculos del cuello, lo que puede causar dolor.

El tratamiento para el dolor de cuello y cervicales puede variar dependiendo de la causa subyacente. En algunos casos, el dolor puede ser tratado con analgésicos de venta libre, como el ibuprofeno, y aplicando calor o frío. La fisioterapia y los masajes también pueden ser útiles para aliviar el dolor y la tensión en los músculos del cuello. En caso de enfermedad o lesión específica, es importante seguir las recomendaciones de un médico o especialista. Es importante prevenir malas posturas y evitar movimientos repetitivos en trabajos que requieren mucho tiempo sentado, además de hacer ejercicios específicos para fortalecer y estirar los músculos del cuello.

¿Qué es una hernia discal?

Una hernia de disco es una afección en la cual el núcleo pulposo (el material gelatinoso en el interior de un disco intervertebral) se escurre o se desliza fuera de su posición normal y puede presionar o dañar un nervio cercano. Los discos intervertebrales son estructuras ubicadas entre las vértebras de la columna vertebral que actúan como amortiguadores, ayudando a absorber los golpes y permitiendo el movimiento de la columna vertebral.

Las hernias discales pueden ocurrir en cualquier lugar de la columna vertebral, pero son más comunes en la región lumbar (baja de la espalda) y en la región cervical (cuello). Los síntomas de una hernia de disco pueden incluir dolor de espalda, dolor en las piernas o los brazos, debilidad muscular, entumecimiento o hormigueo en las extremidades, y dificultad para controlar la vejiga o el intestino.

Las hernias discales pueden ser causadas por una variedad de factores, incluyendo el envejecimiento, la lesión, la obesidad, la mala postura, y el trabajo que requiere movimientos repetitivos. El tratamiento para una hernia de disco puede incluir analgésicos, terapia física, inyecciones de esteroides, y en casos graves cirugía.

Es importante mencionar que no todas las hernias discales requieren cirugía, muchas veces con un tratamiento conservador se pueden aliviar los síntomas, y es importante tener un diagnóstico preciso y un tratamiento personalizado para cada caso.

¿Qué es una rectificación cervical?

La rectificación cervical es una condición en la cual una o más vértebras de la columna cervical (cuello) se encuentran en una posición anormal y pueden provocar dolor y otros síntomas. La rectificación cervical puede ser causada por una variedad de factores, como lesiones, enfermedades, malas posturas, y estrés.

La mala postura es una de las causas más comunes de rectificación cervical. Por ejemplo, pasar mucho tiempo sentado frente a una computadora con la cabeza inclinada hacia adelante puede causar tensión en los músculos y ligamentos del cuello, lo que puede provocar una rectificación cervical.

Los síntomas de la rectificación cervical pueden incluir dolor en el cuello, hombros y cabeza, tensión muscular, rigidez, dificultad para mover el cuello, y dolores de cabeza. En casos graves, puede haber síntomas como entumecimiento y debilidad en las extremidades.

El tratamiento para la rectificación cervical puede incluir terapia física, masajes, ejercicios de estiramiento y fortalecimiento, y en casos graves, cirugía. También es importante prevenir malas posturas y evitar movimientos repetitivos en trabajos que requieren mucho tiempo sentado. Es importante recibir un diagnostico preciso y un tratamiento personalizado para cada caso.

Tipos de mareos por cervicales

Existen varios tipos de mareos relacionados con problemas cervicales, algunos de los cuales incluyen:

– Mareo cervical: Este tipo de mareo se produce cuando hay un problema en la columna cervical, como una hernia de disco o una rectificación cervical. Puede causar sensación de vértigo, inestabilidad, náuseas y dificultad para mantener el equilibrio.

– Síndrome de vértigo cervicogénico: Es una condición que se produce cuando hay un problema en el cuello que afecta al sistema vestibular (responsable del equilibrio y el sentido de la orientación espacial) causando mareo, vértigo y dificultad para mantener el equilibrio.

– Síndrome doloroso miofascial cervical: Es una condición que se caracteriza por dolor y tensión en los músculos del cuello, que puede causar mareo y dificultad para mantener el equilibrio.

– Síndrome de fatiga cervical: Es una condición en la cual los músculos del cuello se debilitan y se cansan con facilidad, causando dolor y mareo.

Es importante recordar que el mareo puede tener múltiples causas y es importante recibir un diagnóstico preciso para poder tratar adecuadamente el problema. El tratamiento puede incluir fisioterapia, masajes, ejercicios para fortalecer y estirar los músculos del cuello, y en casos graves cirugía.

Relación entre las cervicales y los mareos

La columna cervical, que es la parte de la columna vertebral que se encuentra en el cuello, está estrechamente relacionada con los mareos debido a su papel en el equilibrio y el sentido de la orientación espacial. El sistema vestibular, que es responsable del equilibrio y la orientación, está ubicado en el oído interno y está conectado al sistema nervioso central a través de los nervios craneales, específicamente el nervio vestibulococlear. Los nervios que salen de la columna cervical van a la base del cráneo y a los oídos internos, por lo que cualquier problema en la columna cervical puede afectar al sistema vestibular y causar mareos.

Los problemas cervicales como la hernia de disco, la rectificación cervical, el síndrome de vértigo cervicogénico, el síndrome doloroso miofascial cervical y el síndrome de fatiga cervical, pueden causar mareos debido a la presión sobre los nervios y los músculos del cuello, así como también causar dolores de cabeza y otros síntomas relacionados.

Es importante mencionar que los mareos pueden tener múltiples causas, y es importante recibir un diagnóstico preciso para poder tratar adecuadamente el problema. El tratamiento puede incluir fisioterapia, masajes, ejercicios para fortalecer y estirar los músculos del cuello, y en casos graves cirugía.